Córdoba, 

llegando el día tu me enamoras,

y por la noche me embrujas a solas,

y con tu magia me haces soñar.

Con estos versos del tema “Córdoba” de Medina Azahara comienzo el resumen de esta bonita postboda, pues, como bien dicen, Córdoba enamora, embruja y hace soñar a todos los que tenemos la suerte de pasearla. 

María Estrella y Antonio decidieron, de forma acertada, realizar su reportaje de postboda en esta ciudad por la que el tiempo se detiene. 

La tarde de primeros de junio estaba apacible, con temperaturas suaves. Comenzamos la ruta por la puerta de Almodóvar, por la que nos adentramos hasta lo más hondo de la judería cordobesa, pasando por lugares tan emblemáticos como el “Zoco de artesanía”, la plaza de Maimónides, hasta llegar al patio de los naranjos de la Mezquita-Catedral. En este momento, el cielo comenzó a amenazar con lluvia. Antes de que esta apareciera con más ganas, tomamos rumbo hacia el callejón de la Hoguera, siendo en ese momento cuando la lluvia se hizo más intensa, refugiándonos momentáneamente entre los arcos de este pintoresco rincón. 

Tras la tempestad, volvió la calma, una calma tensa, pues el tiempo seguía amenazante. Aprovechamos para pasear por el puente romano. Siguiendo la ruta por callejuelas como la del pañuelo, y terminando la ruta por la archiconocida Calleja de las Flores. 

A continuación, os dejo con el resumen fotográfico de la fantástica tarde que pasamos.