En esta ocasión os presento la crónica de la boda de Lidia y Ángel. En la entrevista previa a su gran día ya percibí que sería una boda llena de diversión, y nada más lejos de la realidad.

A primera hora de la tarde pusimos rumbo a Villa del Río (Córdoba). En primer lugar, visitamos la casa del novio, dónde nos esperaba algo tímido y nervioso. Nada que no se solucionara con una conversación amena.

Comenzó a prepararse, le ayudaba su madre en todo momento. Hubo momentos de mucha emoción junto con su familia, en la que a Ángel se le escapó alguna que otra lágrima. También le acompañaba su perrita Luna.

En la casa donde reside la pareja se encontraba Lidia, en sesión de peluquería. Poco a poco fueron llegando sus familiares y amigas, que le ayudarían prepararse. Y, por supuesto, Luna, su perrita, que no quiso perderse estos momentos.

La ceremonia tuvo lugar en la Parroquia de la Inmaculada Concepción, de Villa del Río. Presidía el altar mayor su patrona, la Virgen de la Estrella. Su coro rociero fue el encargado de amenizar la ceremonia, emocionando a los novios.

Tras la ceremonia, los amigos de la pareja los esperaban en el exterior, donde, con un baño de arroz y confeti de colores los recibieron.

A continuación, tomamos rumbo hacia Montoro, donde tendría lugar el banquete. Aprovechamos el trayecto para hacer algunas fotografías en el puente mayor o, como tradicionalmente se le conoce, de las Donadas.

La celebración tuvo lugar en el Salón de Celebraciones Ntra. Sra. De la Fuensanta de Montoro, ahí le esperaban sus invitados.

Durante la cena, sus amigos le regalaron una proyección de un vídeo con recuerdos de la pareja, en la que, de nuevo, les hicieron brotar lágrimas de emoción.

Ya en la barra libre, todo fueron risas y diversión, aunque aún quedaba otra sorpresa más para los novios. El grupo flamenco "Callejón Califa" de Villa del Río, animó la fiesta hasta "las mil".

A continuación, comparto con vosotros un resumen en imágenes de ese día.