De dos pueblos con encanto de la provincia de Córdoba, con sus calles angostas en común, eran los protagonistas de esta nueva historia, nueva boda que os traigo en el día de hoy. Belén, de Belmez, y José Manuel, de Montoro.
Como un preludio del verano que está a la vuelta de la esquina, este primer fin de semana de junio se presentó caluroso, con eso que ahora se llaman alertas y con apellido de un color determinado, según el grado de temperatura. Pero si algo era caluroso, era el cariño, la admiración y aprecio que se tenía la pareja que contrajo matrimonio.
Comencé la mañana con José Manuel y sus amigos y familiares, que estaban arropándolo desde primera hora de la mañana, compartiendo tranquilidad y nerviosismo a partes iguales.
Con ayuda de su madre y madrina, pendiente de todo, se vistió. Su hermano Martín también le acompañaba.
Entre risas y bromas, y con algún refrigerio de por medio, dejé al novio junto a sus amigos, mientras los minutos iban pasando. Mientras, tomé rumbo hacia el lugar que había elegido Belén para llevar a cabo los preparativos y la ceremonia. Esta es “Los Rosales de la Palmilla”, una casa rural con encanto a las afueras de Montoro, que, estando a las puertas de la sierra montoreña, bien podría haberse tratado de una casa del centro-Europa, por su morfología.
Belén se encontraba en las últimas pinceladas de sesión de maquillaje, llevado a cabo por Mariam Morente. El peinado había sido realizado por Rosa María Repullo, la cual, estuvo pendiente de todo detalle que pudiera necesitar Belén durante todo el día.
Familiares y amigas arropaban a la novia durante estos momentos previos, que se iban acortando cuando comenzó, con su ayuda, a vestir su vestido de Aguilar novias. Su padre y hermano fueron testigos directos de ellos.
Poco a poco, Belén se iba sintiendo “más novia”, y como novia, valga la redundancia, más nerviosa a la espera del novio. Sí, a la espera del novio, al llevarse la ceremonia en el mismo lugar donde ella se vistió, quizás sea de las pocas ceremonias en las que la novia esperó al novio, aunque escondida tras una pequeña puerta.
El reloj marcaba 20 minutos antes de lo previsto, cuando José Manuel hizo acto de presencia, del brazo de su madre.
Una vez en el recinto habilitado para llevar a cabo la ceremonia, y magistralmente decorado por Planelles mundo natura, artífices del ramo de novia también, con la música del piano de Juan Adelfa, apareció Belén del brazo de su padre.
Durante la ceremonia se vivieron momentos cargados de emoción. Oficiada por Lola Amo, alcaldesa de Montoro y amiga de la familia, comenzó con unas entrañables palabras de aprecio y amistad hacia los novios. También participaron durante la ceremonia los hermanos de los novios y sus amigos Marcos y Aurora, que hicieron saltar las lágrimas a la pareja en más de una ocasión.
Tras un peculiar brindis con quintos de cerveza, repartidos a todos los invitados, los novios tomaron rumbo hacia el lugar elegido para la celebración: Salón de celebraciones la Caseta, no sin antes aprovechar el encanto que nos ofrece algunos de los rincones de Montoro.
Ya en la caseta, disfrutaron de un gran, divertido y emotivo almuerzo, a partes iguales. Rematando con una gran fiesta, de manos de Dj Pako Triángulo y la participación de Lourdes Balasteguis con el Glitter´s Corner.
Para muestra de lo vivido, os dejo con el resumen fotográfico.